lunes, 8 de junio de 2009

Mundo mío, A dónde has ido?


Donde estás?, luz solar, luminosa, candente y eterna

donde estás? Felicidad, lejana y arcana, carcomiendo mis ansias

Donde estás? Plenitud del alma, pura blanca y sin pasado

Donde estás? Palabras que fluyen, sin causar dolor alguno

Donde estás? Silencio cómodo, ese que es de paz y que en las calles ya no hay

Donde estás? Civilización emocional, progreso del corazón, interconectividad de la razón

Donde estás? Apoyo a la política del corazón, a sus partidarios, los sentimientos, a su uso de amor

Donde estás? Vida mía, no te encuentro, estoy vacia, dentro de mi propio cascarón....



Cada día me sorprende más el mundo vacío, se ve tan carente de esperanzas. Y no es por la falta de desarrollo ni la injustica a la que me refiero. La gente, aquella que tenía sentimientos, ahora los posee en la más mínima proporción. El individualismo es eterno en esta agonía llamada "modernidad", y al fin y al cabo, todos caemos en la misma influencia, por proteger nuestra salud mental y emocional. Es así como nos convertimos es amantes del celular, de nuestros dormitorios, esclavos de los gritos, de los maltratos y las incivilizadas conversaciones de hoy en día. Somo esclavos de nosotros mismos, de nuestros hábitos. La belleza que antes veiamos en las pequeñas cosas, hoy, la aporta las grandes cosas, pero huecas e inutiles para el alma. Pensamos tan superficialmente, nos dejamos llevar por lo que dicen, lo que buscan y sus rostros, más que deducir, analizar y etiquetar a la gente para bien, más que para mal. El egoismo eterno del ser humano, más la comodidad y la busca de bien propio, es lo que mata el mundo hoy en día. Y para que hablar de la falta de mentes abiertas, a la diversidad, aceptan caminos de política, de guerras, pero no se conmueven al ver una pareja de gays tomados de la mano, invirtiendo amor al mundo, que tanto lo necesita, si no que lo marginan. Es la falta de criterio y análisis. La falta de razón emocional ha ido decayendo por la razón mental.

Esperemos que el mundo se salve, las personas cambien, o se extingan al fin, para darle paz a los que realmente lo merecen: Otros seres vivos, que viven en comunidad, con respeto y amor.